Matthew R. Isenburg ha vendido su importante colección de fotografía antigua al Archivo AMC de Toronto, Canadá, en la cifra récord de U$s 15 millones, siendo esta es la venta más significativa e importante de la historia en su tipo. El acuerdo fue concebido y negociado por el dealer de fotografía de época Greg francés, de Jamaica Plain, Massachusetts.
Sin papeleo, sin acuerdo por escrito, y sin abogados presentes, bastó un simple apretón de manos entre personas de ideas afines que entendieron la importancia de mantener una colección histórica en su conjunto, y no dividirla. "Había una confianza instantánea entre todos nosotros", expresó Isemburg al ser consultado sobre ésta operación sin precedentes. Semanas más tarde, los papeles se firmaron oficialmente para legalizar el acuerdo.
U$s 15 millones es la mayor cifra pagada por una colección privada de fotografía del siglo XIX, y supera con creces otras ventas similares realizadas hasta la fecha. Incluso los U$s 250,000 pagados en 1963 por el Harry Ransom Center en Texas para la recolección de Helmut Gernsheim (que contenía la primera fotografía del mundo), sólo se traducirían en menos de $ 2 millones en dólares de hoy, aunque la colección es, sin duda, mucho más valiosa hoy en día en el mercado.
La colección de Isenburg es importante para la historia de la fotografía, ya que contiene muchos de los primeros daguerrotipos (el primer proceso fotográfico práctico), creados por los mejores y más antiguos fotógrafos de los Estados Unidos entre 1840 y 1850.
La colección también contiene el mayor número de cámaras de daguerrotipo (más de dos docenas) reunido jamás por nadie. La George Eastman House en Rochester, Nueva York sólo cuenta con ocho cámaras daguerreanas estadounidenses en su colección.
Para resumir: la colección Isenburg, en pocas palabras, diremos que es lo mejor de lo mejor, un conjunto sin precedentes de más de 20.000 artículos individuales, la cual se centró principalmente en los primeros años de la fotografía, no sólo a través de las imágenes importantes y las cámaras, sino de diversos elementos relacionados, incluyendo la publicidad, diarios, libros, revistas y todo tipo de material imaginable.
Isenburg de 85 años de edad, no es sólo un coleccionista. Es una historiador de la fotografía que siempre ha investigado para reconstruir la historia detrás de un objeto o una imagen, su figura va más allá del simple hecho de considerarse como "el dueño de algo". Destacamos entonces su importante aporte a la Historia de la Fotografía mundial y celebramos que ésta importante colección, en poco tiempo, pueda ser consultada y visitada por todos los que compartimos la pasión por las antiguas imágenes.
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