Importante muestra histórica fotográfica, curada por Luis Priamo.
Cuando se menciona una muestra de fotos históricas sobre el Teatro Colón pensamos inmediata y naturalmente en los conciertos, las óperas o los ballets que se pudieron oír y ver en su escenario en el pasado, es decir, evocamos el corazón artístico de la vida de un gran coliseo clásico. Buena parte de las fotos de esta exposición contradicen esa expectativa.
Lo que aquí se ofrece –sin dejar de lado a grandes figuras de la música, la ópera o el ballet que pasaron por el Colón– es una variedad de temas relacionados con su prehistoria, su larga y accidentada construcción, la relación de su monumental arquitectura con el contorno urbano y con la misma fotografía, los usos no tradicionales de su espacio escénico y la intimidad profesional de sus talleres.
La decisión de mostrar estos temas fue sugerida por los materiales encontrados durante la investigación fotográfica, y también responde al propósito de ofrecer una visión histórica matizada y de mostrar aspectos bastante ignorados del Colón. De este modo esperamos que las imágenes despierten el interés de un público más amplio que el de los amantes de la música, la ópera o el ballet.
El arco cronológico de la muestra comienza a mediados del siglo XIX con fotos de la primitiva plaza del Parque –hoy plaza Lavalle– y del primer Teatro Colón, en Rivadavia y Defensa, y llega hasta los años sesenta del siglo XX.
Fotógrafos maestros del paisaje porteño de los siglos XIX y XX como Benito Panunzi, Christiano Junior, Samuel Boote, H.G. Olds y Gaston Bourquin recobran para nosotros un mundo no tan lejano, pero que el desarrollo vertiginoso y descomunal de esta ciudad ha convertido en remoto y extraño. Excelentes fotógrafos no identificados de organismos municipales o de revistas como Caras y Caretas participan con documentos valiosos. Tampoco faltan obras de otros grandes autores fotográficos del medio argentino, como Annemarie Heinrich, Franz Van Riel, Anatole Saderman, Siwul Wilensky, Horacio Coppola y Nicolás Schonfeld, que dejaron imágenes perdurables de músicos, bailarines y cantantes.
Un tema tan vasto y variado como el Teatro Colón propone a cada espectador, sobre todo a los más familiarizados con él, su propia “visita en el tiempo”. Esperamos que la que aquí se expone resulte, a pesar de ello, del interés de todos.
LUIS PRIAMO
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